Esta mujer de 44 años de edad, ha perdido sus dos manos en un terrible accidente hace 20 años. Pero, a diferencia de muchos que se tiran al olvido, ella no renunció a su trabajo y todavía dirige su propio estudio de fotografía sin ayuda de nadie. Este es uno de esos casos que nos demuestra que no hay que darse por vencidos pase lo que paso, por muy grave que sea